18 agosto, 2013
12 marzo, 2013
Mucho más allá / Mucho más reducto
Mucho más allá, de Alejandra Pizarnik
¿Y qué si nos vamos anticipando
de sonrisa en
sonrisa
hasta la última esperanza?
¿Y qué?
¿Y qué me da a mí,
a mí que he perdido mi nombre,
el nombre que me era dulce sustancia
en épocas remotas,
cuando yo no era yo
sino una niña engañada por su sangre?
¿A qué, a qué
este deshacerme, este desangrarme,
este desplumarme, este
desequilibrarme
si mi
realidad retrocede
como empujada por una
ametralladora
y de pronto se lanza a correr,
aunque igual la alcanzan,
hasta que cae a mis pies como un ave muerta?
Quisiera hablar de la vida.
Pues esto es la vida,
este aullido, este clavarse las uñas
en el pecho, este arrancarse
la cabellera a puñados, este
escupirse
a los propios ojos, sólo por decir,
sólo por ver si se
puede decir:
«¿es que
yo soy? ¿verdad que sí?
¿no es verdad que yo existo
y no soy la pesadilla de una bestia?»
Y con las manos embarradas
golpeamos a las puertas del amor.
Y con la conciencia cubierta
de sucios y hermosos velos,
pedimos por
Dios.
Y con las
sienes restallantes
de imbécil
soberbia
tomamos de la cintura a la vida
y pateamos
de soslayo a la muerte.
Pues eso
es lo que hacemos.
Nos anticipamos de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza.
Mucho más reducto, de Maximiliano Tossenberger
¿Y qué si ando de risa en risa
hasta la última espera?
He perdido el nombre que me era
en época remota
Por este desangrarme
Este mar
Este librarme:
Mi realidad cede y cae a mis
pies como muerta.
Quisiera hablar de este irse a
lo propio
Decir sólo por ver si se puede
¿Qué verdad o bestia
no golpea a las puertas del amor
y la conciencia cubierta de
velos por Dios?
La restante imbécil vida patea
de soslayo
Muerte, eso es lo que
hacemos
De risa en risa hasta la
última.
16 febrero, 2013
Presentación de la revista
Gente linda, el viernes 22 de febrero presentamos el cuarto número de la revista en Vivaldi Libros Bar, a las 21hs. El proyecto general es como sigue:
21hs: presentación de la revista (lecturas de la Extrapoesia)
21.30hs: jazz/ blues, by Alexis Moragues
22hs: poemas varios: micrófono abierto al que quiera
facebook.com/revistaextrapoesia
10 febrero, 2013
Elogio de las puertas cerradas (Ignacio Etchart)
Señores, la tan llamada literatura comprometida es
hija del vértigo o del comercio, y bien por lo general de ambos. Esto es: después de la guerra la peste vende, después de faltantes
las plazas vacías. Acá al «compromiso» lo llamo «atendé al mercado». ¡Compromiso,
y a donde mande el deber! Pero ¿no los obliga a sospecha tanta aceptación,
tanto deber cumplido? Quieren ser unos con la demanda y nos critican
la libertad: métanse el compromiso en el orto. Seamos claros: no hubo, hay ni
habrá arte auténtico que milite, o si milita es por lo humano universal. Dios o el César, si quieren, patria o arte. Lo cual me lleva
al segundo punto: el arte es arte de lo universal. Acá entra lo del
miedo a las alturas, lo del viejo auditorio de los confirmados. O sea que inflan
el pecho con su crol en la pecera, con su auditorio de tal o cual «ismo», y no
se dan cuenta de que están limitando el goce. ¿No es evidente? Un arte de patas
cortas es un arte de mentira. Y ¿qué derecho tiene el artista a seleccionar su
público, a privar de su arte a otro por las razones que fueran?, o ¿quién le
dio derecho al artista a volver selecto el goce? «Vos no entendés», termina
siempre, «¡La pena es la pena nuestra! ¡Nuestro el dolor, de ellos no! ¡Ellos
no saben!». Señores, la pena es vasta. Nadie va a entender si seguimos
acotando. Claro. Sí. Les gustaron los pies calentitos… pero es porque están
pisando mierda. ¿Cuál es el pedido? El de siempre, que desalojen. ¿Que no, que
no desalojan? Se me sientan a un costado y me ensucian lo menos posible,
entonces. Y me sacan los pies inmundos de la cara.
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