16 junio, 2013

Cuarta


PUEDEN CLICKEAR ACÁ PARA VER Y BAJAR LA REVISTA EN .PDF

12 marzo, 2013

Mucho más allá / Mucho más reducto

Mucho más allá, de Alejandra Pizarnik

¿Y qué si nos vamos anticipando
de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza?

¿Y qué?
¿Y qué me da a mí,
a mí que he perdido mi nombre,
el nombre que me era dulce sustancia
en épocas remotas, cuando yo no era yo
sino una niña engañada por su sangre?

¿A qué, a qué
este deshacerme, este desangrarme,
este desplumarme, este desequilibrarme
si mi realidad retrocede
como empujada por una ametralladora
y de pronto se lanza a correr,
aunque igual la alcanzan,
hasta que cae a mis pies como un ave muerta?
Quisiera hablar de la vida.
Pues esto es la vida,
este aullido, este clavarse las uñas
en el pecho, este arrancarse
la cabellera a puñados, este escupirse
a los propios ojos, sólo por decir,
sólo por ver si se puede decir:
«¿es que yo soy? ¿verdad que sí?
¿no es verdad que yo existo
y no soy la pesadilla de una bestia

Y con las manos embarradas
golpeamos a las puertas del amor.
Y con la conciencia cubierta
de sucios y hermosos velos,
pedimos por Dios.
Y con las sienes restallantes
de imbécil soberbia
tomamos de la cintura a la vida
y pateamos de soslayo a la muerte.

Pues eso es lo que hacemos.
Nos anticipamos de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza.



Mucho más reducto, de Maximiliano Tossenberger

¿Y qué si ando de risa en risa hasta la última espera?
He perdido el nombre que me era en época remota
Por este desangrarme
Este mar
Este librarme:
Mi realidad cede y cae a mis pies como muerta.

Quisiera hablar de este irse a lo propio
Decir sólo por ver si se puede
¿Qué verdad o bestia
no golpea a las puertas del amor
y la conciencia cubierta de velos por Dios?                                

La restante imbécil vida patea de soslayo
Muerte, eso es lo que hacemos                           
De risa en risa hasta la última.                               

16 febrero, 2013

Presentación de la revista



Gente linda, el viernes 22 de febrero presentamos el cuarto número de la revista en Vivaldi Libros Bar, a las 21hs. El proyecto general es como sigue:

21hs: presentación de la revista (lecturas de la Extrapoesia)
21.30hs: jazz/ blues, by Alexis Moragues
22hs: poemas varios: micrófono abierto al que quiera


facebook.com/revistaextrapoesia

10 febrero, 2013

Elogio de las puertas cerradas (Ignacio Etchart)


                Señores, la tan llamada literatura comprometida es hija del vértigo o del comercio, y bien por lo general de ambos. Esto es: después de la guerra la peste vende, después de faltantes las plazas vacías. Acá al «compromiso» lo llamo «atendé al mercado». ¡Compromiso, y a donde mande el deber! Pero ¿no los obliga a sospecha tanta aceptación, tanto deber cumplido? Quieren ser unos con la demanda y nos critican la libertad: métanse el compromiso en el orto. Seamos claros: no hubo, hay ni habrá arte auténtico que milite, o si milita es por lo humano universal. Dios o el César, si quieren, patria o arte. Lo cual me lleva al segundo punto: el arte es arte de lo universal. Acá entra lo del miedo a las alturas, lo del viejo auditorio de los confirmados. O sea que inflan el pecho con su crol en la pecera, con su auditorio de tal o cual «ismo», y no se dan cuenta de que están limitando el goce. ¿No es evidente? Un arte de patas cortas es un arte de mentira. Y ¿qué derecho tiene el artista a seleccionar su público, a privar de su arte a otro por las razones que fueran?, o ¿quién le dio derecho al artista a volver selecto el goce? «Vos no entendés», termina siempre, «¡La pena es la pena nuestra! ¡Nuestro el dolor, de ellos no! ¡Ellos no saben!». Señores, la pena es vasta. Nadie va a entender si seguimos acotando. Claro. Sí. Les gustaron los pies calentitos… pero es porque están pisando mierda. ¿Cuál es el pedido? El de siempre, que desalojen. ¿Que no, que no desalojan? Se me sientan a un costado y me ensucian lo menos posible, entonces. Y me sacan los pies inmundos de la cara.